martes, 19 de septiembre de 2017

Maudie, el color de la vida (Maudie) (2016)

Directora: Aisling Walsh
Canadá
2016
115 min
Drama romántico

Sinopsis: Maud Dowley (Sally Hawkins) es una mujer alegre de Nueva Escocia que sueña con independizarse de su protectora familia. Everett Lewis (Ethan Hawke) es un huraño pescador local que busca asistenta. Tras ver su anuncio, Maudie no tarda en mudarse a casa de Everett para encargarse de las tareas del hogar. Pero lo que comienza siendo una difícil convivencia entre dos polos opuestos poco a poco irá transformándose en una historia de amor... Basada en hechos reales, la película cuenta la historia de la pintora canadiense Maud Lewis, de su relación con el que se convirtió en su inseparable compañero de vida Everett Lewis, y de cómo sus sencillas pinturas llegaron a ser vistas y reconocidas por todos los rincones del país convirtiéndola en una de las artistas folk más representativas de Canadá. (FILMAFFINITY)
Valoración cinéfila 8/10
Valoración adopción abandono: 7/10

La historia de Maude es terrible, pero la película nos la cuenta con tal cariño,  que se nos hace  encantadora.
En lo referenta a la adopción, tenemos una historia en paralelo, para los dos integrantes de la pareja y es que él vivió en un orfanato hasta que se independizó y sus referencias familiares siguen siendo la institución en la que residió y con la que sigue colaborando y relacionándose, como la familia que nunca ha tenido. De alguna manera el comportamiento de este hombre es el de alguien que tiene un trastorno de apego evitativo, que le lleva a relacionarse mal , con impulsos , a veces muy agresivos, sea verbales o físicos, pero que van siendo modulados, por la encantadora Maude, que intenta tolerarle, comprenderle y con el tiempo amarle, en la medida que él se deja querer. Algo que le cuesta mucho, por su historia personal.
Ella por otro lado tiene una historia secreta, oculta para ella y que se desvelará siendo ya madura, en relación con una hija que le nació monstruosa y que murió al poco de tenerla. Pero no la desvelo, para no aguar la historia.

Encontramos un mensaje de esperanza y de resiliencia, en el sentido de que Everett, condenado a la soledad, por su carácter,  debido al trauma de su abandono, consigue una vida familiar estable y vivir el amor gracias a la bondad, tenacidad y tolerancia de esta mujer humilde, pero excepcional, que le ayuda a ir cambiando y a sacar lo mejor de sí mismo.
                                

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